sábado, junio 28, 2025

Otra baja en el Gobierno: renunció el superintendente de servicios de la salud

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Gabriel Oriolo renunció a la jefatura de la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS), el organismo a cargo de la regulación y el control de las obras sociales. Oriolo, que argumentó “motivos personales”, se va en medio de la crisis financiera de casi todas las prestadoras médicas y con el Gobierno en una pulseada permanente con las prepagas por los costos de los servicios y los medicamentos.

Oriolo, un exejecutivo de Osde, desembarcó en la SSS de la mano de Mario Lugones antes de que el empresario fuera nombrado como ministro de Salud. La salida se informará el lunes próximo, en el Boletín Oficial, según aseguraron fuentes del Ministerio de Salud a LA NACION. Su reemplazante será Claudio Stivelman, actual gerente general de la SSS.

Durante su gestión, Oriolo intervino ocho obras sociales sindicales y en las últimas dos semanas aceleró el cierre de otras cinco, consideradas “sellos de goma” y que no contaban con suficientes afiliados. En el sistema, existen alrededor de 290 obras sociales, de las cuales la inmensa mayoría atraviesa una crisis financiera sin precedentes, se acuerdo a fuentes del sector consultadas por LA NACION.

Oriolo confirmó su salida a través de un mensaje en redes sociales en el que reivindicó las tareas de control del organismo y le agradeció por su paso en la gestión pública al presidente Javier Milei y al ministro Lugones. “Me voy con la tranquilidad de haber cumplido el objetivo central que nos propusimos desde el primer día: recuperar el rol fiscalizador de la Superintendencia, un rol que en los últimos años no se cumplió. La salud en la Argentina arrastra una crisis estructural de décadas y eso exige reordenar el sistema con transformaciones profundas como las que está llevando adelante el Gobierno Nacional”, señaló el exejecutivo de Osde.

Y agregó: “Durante este año y medio al frente de la @SSSalud impulsamos reformas históricas tanto en la seguridad social como en la medicina privada: terminamos con la famosa triangulación que era un negocio legal de décadas a costa de los beneficiarios, redujimos drásticamente los tiempos de respuesta a los reclamos, reformamos el régimen de sanciones a los agentes que no cumplen, hicimos públicos los valores de los planes para facilitar la libertad de elegir, achicamos la estructura política del organismo, mejoramos la trazabilidad, promovimos compras conjuntas que generaron ahorros millonarios y desregulamos un sistema que atentaba contra la competencia y beneficiaba a unos pocos, solo por nombrar algunas“.

Como sucedió durante otras gestiones, el gobierno de Milei utilizó a la SSS como atajo para domesticar a algunos sindicatos díscolos. Oriolo, por ejemplo, activó en mayo una auditoría sorpresa en la obra social de la UTA ante la amenaza del gremio de colectiveros de ir a un paro sectorial por el retraso en el pago de los salarios. Antes de su renuncia, se sabía que tenía en la mira a Oschoca, la prestadora de los camioneros, cuyo presidente es Hugo Moyano. Oschoca tendría una deuda de más de 20 millones de dólares y hoy Moyano la mantiene en pie gracias a un aporte adicional que negoció con los empresarios como parte del acuerdo paritario.

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