lunes, julio 21, 2025

Lucila impactó en La Voz Argentina con su historia: «Estuve seis años en un…»

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Lucila Garombo llegó a La Voz Argentina con una historia de vida única que dejó a todos con la boca abierta. La joven de 31 años, oriunda de Alejandro Roca, un pueblo de la provincia de Córdoba, pisó el escenario con humildad, sensibilidad y una fe tan fuerte como su voz.

La fecha no era un detalle menor para ella: “La audición fue el 19 de marzo, y yo soy muy devota de San José… y San José es el 19 de marzo. Y acá estoy”, expresó apenas terminó su interpretación de “Entra a mi hogar” de Los Manseros Santiagueños, la canción con la que logró que se diera vuelta ni más ni menos que La Sole.

La artista folklórica no dudó en girar su silla al escuchar su voz: “Te sentí una voz muy pop cantando folclore, pero dije: hay que hacer esta apuesta, porque es algo distinto. Y me encantó”, confesó Soledad Pastorutti, mientras Lucila, entre temblores y emoción, repetía: “Estoy asustadísima, no lo puedo creer”.

Pero lo que hizo aún más impactante su presentación fue la historia personal que reveló al equipo y al público: “Quiero dejar el teatro para ser monja… Bah, fui monja. Estuve seis años en un monasterio de vida contemplativa”. Con calma y profunda sinceridad, Lucila explicó que tomó esa decisión desde el corazón.

“Siento que lo he hecho desde el corazón. Traté de pasar por el corazón todas las cosas que sentía que se me presentaban. Salí con la mejor, con mi fe intacta, pero no me estaba encontrando ya plena. Salí con otras búsquedas”, explicó Lucila.

Criada cantando en la parroquia de su pueblo, Lucila dijo: “Esto es un sueño. Estoy muy emocionada, muy feliz. Siempre le pido a Dios que me ayude, es mi compañero más fiel”. Además, dejó ver su costado más humano y descontracturado: “Soy sencilla, me gusta jugar al fútbol, soy sensible… sobre todo si me habla mamá o papá”.

En medio de la emoción generalizada, fue Juliana Gattas, cantante de Miranda! y jurado del reality, quien aportó una cuota de humor y ternura: “¡Es la monja argentina!”, exclamó divertida. La historia de Lucila conmovió no solo por su talento vocal, sino por su profundidad espiritual, su autenticidad y su entrega total al momento presente.

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