El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, afirmó en la red social X que «el Procrear fue la mayor injusticia social y la política de vivienda más regresiva que existió en el país». Exmiembro del PRO, Valenzuela hoy integra La Libertad Avanza (LLA) y lidera la lista de candidatos a senadores por la Primera Sección Electoral en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.
Valenzuela añadió que «hoy me alegra anunciar que firmamos con el ministro @LuisCaputoAR la primera municipalización del ex Procrear (en Martín Coronado, Tres de Febrero) para poder licitarlo y que se terminen las viviendas con la iniciativa privada y el crédito».
Críticas al kirchnerismo y datos sobre la entrega de viviendas
El jefe comunal denunció además que «el kirchnerismo le regalaba casas a sus amigos», detallando que «de las 17.134 viviendas entregadas durante el gobierno de Alberto Fernández, 4.900 fueron concentradas en solo tres municipios kirchneristas: Avellaneda, Berazategui y Lomas de Zamora«.
Las declaraciones del dirigente libertario generaron polémica inmediata. Varios usuarios de X le recordaron que en su campaña pasada a la reelección festejaba los avances del Procrear en Tres de Febrero. Uno le escribió: «Hace unos años no te parecía una injusticia«, junto con fotos del intendente en el predio de las futuras viviendas. El candidato también recibió críticas en el programa «QR!», emitido por Bravo TV.
Alcance del Procrear según expertos
Según el analista económico Guido Bambini, la política pública alcanzó una magnitud significativa: «El Procrear fue creado en 2012. Permitió la construcción de 130 mil viviendas, más de 500 mil soluciones habitacionales, 200 mil empleos directos y 100 mil indirectos. Actualmente quedan 100 mil obras inconclusas bajo este Gobierno: 17 mil desarrollos urbanísticos, 16 mil viviendas y 67 mil mejoras que no se terminaron», precisó.
La iniciativa de Valenzuela evidencia un cambio en la política habitacional y subraya la distancia entre las decisiones pasadas y la visión actual del Estado sobre la construcción de viviendas para quienes más lo necesitan.
Diego Valenzuela criticó las elevadas e insólitas tasas que cobran algunos municipios
Diego Valenzuela también denunció la existencia de impuestos insólitos en la primera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires que, si bien generan una recaudación mínima, impacta de forma directa en los vecinos, en especial en los comerciantes e industriales.
Según su punto de vista, dichos tributos deberían eliminarse de forma definitiva. Entre los ejemplos mencionados se encuentran la tasa a los muñecos inflables publicitarios (San Martín), la tasa por tenencia de perros peligrosos (Pilar), la tasa de habilitación para el «tren de la alegría» (Pilar), la tasa por publicidad en sillas y mesas (La Matanza), la tasa por venta de rifas en la vía pública (Tigre), la tasa por paradas de taxis y remises (La Matanza), la tasa por patentamiento de animales (Pilar), la tasa de registración de profesionales (Pilar), la tasa por el libro de inspecciones (Pilar), la tasa de habilitación de autos eléctricos, la tasa por instalación de garitas de seguridad, la tasa por ascensores en viviendas privadas (Morón), la tasa por bicicleteros (Luján), la tasa de habilitación de autos escuela (Escobar) y la tasa por decks gastronómicos (Luján).
Valenzuela afirmó: «Siempre hablamos que es necesario menos impuestos, más trabajo, bajar las alícuotas, poner un RIGI municipal y no cobrar por habilitar. No se trata de modificarlo, sino de eliminarlo para que mañana no venga un intendente y diga ‘le voy a poner un cargo impositivo a esto'».
«El Estado tiene que ser simple: no cobrar tasas absurdas ni alícuotas altas. Por eso, hoy vemos lo que está pasando en el modelo de 3 de Febrero: llegan bancos, se muda Mercado Libre, hay movimiento. Todo esto responde a un régimen municipal con estabilidad tributaria«, agregó.
«En ese contexto, lo que yo hago es revisar a la luz de lo que ya implementé en 3 de Febrero, donde eliminé todas las tasas absurdas, obsoletas, propias de otra época«, siguió. «Y ojo, yo mismo las tenía. Por ejemplo: la tasa de pesas y medidas, la tasa a la balanza, la de publicidad y propaganda… incluso había una tasa para los paseadores de ponis», concluyó.