Este miércoles, un fuerte cimbronazo sacudió a la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, cuando explotó un camión que transportaba gas, dejando al menos ocho muertos y más de 90 heridos. En medio del estruendo, una mujer arriesgó su vida para proteger a su pequeña nieta.
Se trata de Alicia Matías Teodoro, de 49 años, quien se arrojó sobre su nieta Azuleth, de solo dos años, para protegerla del fuego. La niña logró salvarse, mientras que la mujer resultó con graves quemaduras en el 98 % de su cuerpo y ahora lucha por su vida.
Según un video obtenido por CNN, Matías Teodoro consiguió llegar a un policía, Sergio Soriano, a quien le entregó a su nieta para que la llevara al hospital más cercano. Ella fue también conducida a un centro médico. Las imágenes muestran la crueldad del fuego, el pánico de la gente y la confusión en la zona. Las llamas la dejaron sin cabello, con gravísimas heridas y su ropa hecha jirones. Pero no lograron arrancarle a su nieta.
“La explosión fue muy grande. Tiene quemaduras en el 98 % de su cuerpo“, contó al diario mexicano Milenio una mujer a quien se identifica como hija de Matías Teodoro. Cuando la explosión cimbró a la alcaldía de Iztapalapa, la más poblada de la Ciudad de México, Alicia estaba cuidando de la pequeña Azuleth mientras su hija trabajaba en el sitio como verificadora de boletos en vehículos de transporte público.
La pequeña viajó después por las calles de la Ciudad de México en brazos del policía Sergio Soriano. Un motorista los llevó a él y a la niña a toda velocidad a un hospital cercano. Todo quedó registrado en video: desde el minuto en que la recibió de brazos de su abuela hasta que llegó al centro médico. “Auxilio, auxilio”, se le escucha gritar.
“La ropa de la niña seguía quemándose, la separo, la abrazo y la logré llevar a un hospital”, relató Soriano en una entrevista con el medio mexicano Telediario. “Gracias a Dios la gente de hospital, los médicos, la gente, me apoyó bastante”.
La pequeña está a salvo, contaron familiares de Matías Teodoro al diario Milenio. “Nos acaban de decir que está bien”, relató una mujer que se identificó como su hija entre lágrimas. Sus familiares esperan también un final feliz para su madre y abuela, de solo 49 años y quien tiene quemaduras en casi todo su cuerpo. “Por favor hagan todo para salvar a mi mamá, no le tocaba estar ahí”.
El camión, que transportaba 49.500 litros de gas LP, volcó en una curva cerca del paradero de Santa Marta, lo que provocó una fuga en una línea de distribución y una acumulación de gas que derivó en una fuerte explosión e incendio, cuya onda expansiva dañó 32 vehículos.
La fiscalía de la ciudad inició una investigación sobre el siniestro para determinar responsabilidades.
Alicia y el amor por su nieta
El miércoles 10 de septiembre, la rutina de Alicia transcurría sin sobresaltos. Trabajaba como checadora y despachadora en la base de camiones de Santa Martha, en una esquina vital del oriente capitalino; era un oficio que conocía bien, pues antes vendía dulces en esa misma zona y solía acudir acompañada de su nieta Azuleth, de dos años, a quien cuidaba mientras su hija trabajaba.
De acuerdo con su hermana Sandra, la pequeña la acompañaba todos los días porque su madre, madre soltera, no podía llevársela al empleo.
“Mi hermana tenía cuatro años trabajando ahí”, contó Sandra Barajas Matías a diversos medios. “Primero, estuvo vendiendo dulces y después empezó como checadora de combis. Ella estaba a diez minutos de terminar su jornada cuando ocurrió el incidente. Era parte de su rutina diaria desde hace años”.
Minutos antes del cierre de su turno, la explosión de una pipa de gas transformó el entorno en una escena de caos y fuego. Alicia, al escuchar el estruendo y ver la columna de llamas, no dudó en cubrir a Azuleth con su cuerpo, resguardándola del fuego y la onda expansiva. “Lo único que hizo fue amar y proteger a su nieta”, relató su hermana.
Las imágenes difundidas por testigos mostraban a Alicia con quemaduras graves, la ropa y el cabello destruidos por el calor, hincada y caminando sobre el asfalto, abrazando a la niña en silencio.
El policía capitalino Sergio Ángel Soriano, quien se encontraba en el lugar y fue testigo del horror, la auxilió en los minutos siguientes, ayudando a retirar ropa aún encendida y trasladando a Azuleth al hospital en motocicleta, mientras Alicia era guiada hacia los rescatistas y paramédicos.
Policía que auxilió a una abuelita y su nieta narra lo sucedido
Sergio Ángel Soriano Buendía, elemento de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) que estaba en el lugar del accidente, concedió una entrevista para Multimedios.
El policía compartió su testimonio sobre lo sucedido y narró cómo encontró a la señora Alicia Matías y su nieta Sule, de aproximadamente 2 años de edad, caminando por la calle tras la explosión.
“Escucho la explosión, siento el calor que pasa encima de mi cabeza y gritos de las personas (…) Lamentablemente no pude salvar a todos. Corro hacia la explosión y veo a una persona, una mujer totalmente quemada. No vi qué era lo que traía, ya me acerco y… su nieta”, comenzó.
Lo primero que hizo Sergio Soriano fue ayudar a la señora y su nieta, les quitó la ropa que todavía estaba en llamas y, con ayuda de su cuñado, trasladó a la menor a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Como pude, me apoyaron con una motocicleta, nos fuimos en contrasentido directamente al IMSS”, comentó.
El momento fue captado por una persona que se encontraba cerca del lugar y la foto se viralizó en redes.
“Sí te pega, pues yo soy padre y tengo una niña también chiquita. La señora hizo lo que pudo para protegerla, pero la bebé no se lo merecía, es una bebé; va a tener cosas muy difíciles por delante”, comentó Sergio Soriano con voz entrecortada.
Por último, el policía agradeció a todas las personas que ayudaron a las víctimas tras el accidente.
“Agradezco a las personas que me ayudaron, choferes, comerciantes, mis compañeros que le echaron muchas ganas”, dijo.