El incremento del peaje en la Vía Navegable Troncal, anunciado por la Administración General de Puertos (AGP) de Argentina, encendió las alarmas en el sector fluvial paraguayo. Desde el 1 de septiembre, la tarifa pasó de 1,20 a 1,47 dólares por tonelada de registro neto, lo que supone un ajuste que golpea directamente a los costos logísticos de exportación e importación en la región.
La medida fue rechazada por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos, cuyo presidente, Bernd Gunther advirtió en una entrevista radial que se trata de un «peaje unilateral» que no cuenta con consenso ni justificación técnica. Según explicó, la tarifa se aplica en el tramo entre la confluencia del río Paraguay con el Alto Paraná y el puerto de Santa Fe, un recorrido de aproximadamente 600 kilómetros de jurisdicción argentina.
Gunther detalló que, si bien la AGP venía aplicando bonificaciones temporales desde el año pasado, estas quedaron sin efecto a partir de septiembre, lo que obliga a pagar la tarifa completa. El dirigente sostuvo que el cobro resulta «excesivo» y no responde a mejoras visibles en la navegabilidad, como establece el Tratado de la Hidrovía: «Se paga mucho dinero, pero no hay una contraprestación efectiva. No se navega ni más rápido ni más seguro», cuestionó.
El costo no es menor. Una naviera promedio podría desembolsar entre 2 y 5 millones de dólares anuales en concepto de peajes, dependiendo de su volumen de operaciones. Para las exportaciones paraguayas el impacto es inmediato: la soja, principal producto del país, suma entre 1 y 1,50 dólares por tonelada en concepto de sobrecosto, reduciendo la competitividad frente a otros orígenes. Lo mismo ocurre con los contenedores y con las cargas de hierro brasileño y boliviano que comienzan a utilizar este corredor.
Queja paraguaya por el peaje en el Paraná
