El intendente transita los últimos 90 días de su gestión al frente del municipio, en un contexto marcado por rumores sobre su posible incorporación al gabinete provincial del gobernador electo Juan Pablo Valdés, mientras desarrolla un proceso de transición ordenada hacia la nueva administración que encabezará la actual senadora Verónica Espíndola, quien asumirá como intendenta. En diálogo con La Otra Campana, aseguró que deja el municipio con las cuentas en orden, destacó el trabajo en equipo como base de los logros obtenidos y remarcó el deber de fortalecer el federalismo.
La ciudad de Curuzú Cuatiá atraviesa un momento de transición institucional marcado por el cierre de la gestión del intendente José Irigoyen y la preparación del traspaso a la futura mandataria municipal, Verónica Espíndola.
En ese marco, entrevistado por La Otra Campana, el programa clásico radial que se emite todos los domingos por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní con la conducción de Gustavo Ojeda, el jefe comunal abordó el proceso que está en marcha, los desafíos de su administración y las expectativas que se generan en torno a su posible incorporación al gabinete provincial.
Irigoyen aclaró que «son solo rumores», y reconoció su afinidad por los desafíos y su vocación de servicio, dejando abierta la puerta a futuras responsabilidades políticas más allá del plano local.
El contexto político provincial agrega matices a esta transición. En los pasillos legislativos y en la Casa de Gobierno circulan versiones sobre una convocatoria de parte del gobernador electo Juan Pablo Valdés para que Irigoyen integre su equipo.
Consultado al respecto, el intendente insistió en que no ha recibido ninguna propuesta formal, la sola mención de esta posibilidad ha alimentado especulaciones y expectativas tanto en Curuzú Cuatiá como en la capital correntina. No obstante, subrayó que su prioridad inmediata es garantizar un traspaso ordenado y transparente, y que «nunca hay que sacar cuentas por anticipado».
Mientras tanto, el escenario local se prepara para el cambio de administración. Espíndola, actual senadora y ex integrante del gabinete municipal, asumirá el mando con el desafío de dar continuidad a políticas en marcha y, al mismo tiempo, imprimir su propio estilo de gestión. Irigoyen valoró su experiencia y anticipó que su llegada implicará un «toque de mujer» que aportará nuevas perspectivas al gobierno local.
En ese sentido, el mandatario municipal destacó: «cuando las mujeres se incorporan a la política, la política cambia», citando las palabras del papa Francisco.
EXPECTATIVAS SOBRE EL FUTURO POLÍTICO
La posibilidad de que Irigoyen se sume al gabinete provincial se instaló como un rumor persistente en la escena política correntina. Aunque el propio dirigente relativizó esa versión, admitió que le gustan los desafíos y que no descarta asumir nuevas responsabilidades si se lo convocara.
Además, remarcó que su apertura al futuro provincial, no implicaría un abandono de su actual compromiso con Curuzú Cuatiá, donde aún le restan noventa días de mandato.
Irigoyen recordó que su trayectoria política comenzó como concejal y que, en el próximo período, ocupará nuevamente una banca en el Concejo Deliberante local, cargo que ya tiene asegurado como parte de su espacio político. En ese sentido, subrayó que, desde allí, podría continuar colaborando con la nueva gestión municipal y mantener su influencia en la vida institucional de la ciudad. «Nunca hay que sacar cuentas por anticipado», reiteró, subrayando que cualquier decisión futura deberá respetar las voluntades del cuerpo legislativo y las dinámicas propias de su espacio político.
El jefe comunal también puso de relieve que los cambios en el escenario político nacional, con elecciones presidenciales y renovación de bancas legislativas, también pueden influir en las perspectivas de la provincia y, por ende, en su propio destino político. «Todavía hay muchas cosas por hacer», sostuvo, señalando que el futuro institucional de Corrientes dependerá en parte de cómo se reconfigure el mapa político a nivel nacional en el corto plazo.
IDENTIDAD HISTÓRICA. Irigoyen evocó el valor histórico de Curuzú Cuatiá en la construcción de la Nación Argentina, recordando que la ciudad fue reconocida por su aporte a la causa patriota en tiempos del General Manuel Belgrano.
Transición ordenada
El proceso de traspaso entre Irigoyen y Espíndola ya se ha puesto en marcha con antelación, buscando asegurar continuidad y transparencia. El intendente informó que se han realizado reuniones de gabinete en las que se instruyó a los funcionarios salientes para preparar informes detallados de cada área. Además, se está elaborando por primera vez un inventario completo del patrimonio municipal, a través de la Dirección de Patrimoniales, con el objetivo de dejar documentada la situación administrativa al finalizar el mandato.
Este enfoque, señaló, responde a la necesidad de garantizar seriedad y orden en la transición, incluso cuando el traspaso se realiza dentro del mismo signo político. «Por más que tengamos el mismo signo político, debe hacerse con seriedad», expresó. Irigoyen sostuvo que los próximos tres meses serán intensos y que busca adelantarse a los tiempos para que Espíndola pueda asumir con pleno conocimiento del funcionamiento interno del municipio.
La propia futura intendenta ya participa activamente en este proceso, asistiendo a reuniones y familiarizándose con las dinámicas del equipo de gobierno. Irigoyen enfatizó que pasar del rol legislativo al ejecutivo implica un cambio de ritmo y responsabilidades, y que su intención es facilitar esa adaptación de la mejor manera posible. «Una cosa es ser senadora, estar afuera, y otra cosa es estar ya dentro del equipo, en el día a día», puntualizó.
Demandas a la Nación
Más allá del plano local, Irigoyen expresó críticas hacia el gobierno nacional por la falta de acompañamiento a las provincias y municipios. Señaló que las gestiones realizadas para el mantenimiento de rutas nacionales no han tenido respuesta, en un contexto donde, según sostuvo, «el gobierno nacional no escucha a nadie y ha disuelto Vialidad». Explicó que estas carencias generan dificultades para los gobiernos locales, que dependen en gran medida del apoyo provincial para concretar obras y servicios esenciales.
El intendente defendió el modelo federal aplicado en Corrientes como ejemplo de cooperación entre distintos niveles de gobierno. Destacó que la provincia ha impulsado iniciativas descentralizadas, como las plantas de asfalto en varias ciudades, que permiten a los municipios avanzar en obras que de otro modo serían inviables con recursos propios. «El federalismo funciona, y lo vemos con ejemplo acá en la provincia de Corrientes», afirmó.
En contraste, cuestionó la centralización persistente de recursos y decisiones en la capital nacional, argumentando que «seguimos siendo un país federal solo en los papeles». Según planteó, la falta de políticas federales genuinas limita el desarrollo de las provincias y profundiza desigualdades estructurales. «Necesitamos el acompañamiento permanente del gobierno nacional para cuestiones como rutas y seguridad», sostuvo, reclamando una mirada más equitativa hacia el interior del país.